CUENTO No. 18: LOS TIEMPOS DE “DIOS/UNIVERSO” SON PERFECTOS
- Paulina Villegas
- 29 ene 2023
- 6 Min. de lectura
En el cuento anterior te hablé sobre el Plan de tu Alma, un instrumento mágico para comprender muchas cosas y trabajar en ti. Sin embargo, para comprender en profundidad ese Plan, es importante entender, integrar y madurar los 4 estadios o “tiempos” por los que pasa todo, absolutamente todo, para ser “creado/manifestado”.
Antes de que cualquier creación se manifieste en el plano físico, primero debe haber un deseo/una voluntad de crear eso. Luego hay un “momento” de formación donde empezamos a conceptualizar eso que queremos que sea creado. Viene un tercer momento en el que comenzamos a “mostrar/comunicar” eso que queremos crear y hacemos cosas para verlo manifestado. Y finalmente viene el momento de manifestación física donde eso que deseamos, en un momento inicial, se convierte en “realidad material”. Desde mi “avatar” de magíster en innovación esos 4 estadios se verían así: 1. idear, 2. conceptualizar, 3. Prototipar/validar y 4. lanzar al mercado.
Estos 4 estadios o “momentos” son el fundamento de todo lo que existe en el universo. Desde la Kabalah se les conoce como el tetragrámaton (iod – hei – vav – hei) o nombre de Dios, conformado por 4 letras que a su vez representan, cada una, un elemento de la naturaleza, un atributo y una fuerza activa que impulsa a la otra para que el ciclo sea completo.
Iod: es la semilla, la potencialidad. Es el impulso que fundamenta la creación de cualquier cosa. Representa al elemento fuego. Su atributo es la voluntad y la fuerza activa es la emanación.
Hei: es la tierra donde se planta la semilla. Es la “cuna” donde se genera el proceso de formación. Representa al elemento agua. Su atributo es el amor y la fuerza activa es la interiorización.
Vav: es el nacimiento. Es el brote que muestra que algo se ha creado. La germinación de la semilla. Representa al elemento aire. Su atributo es la ley y el orden y su fuerza activa es la exteriorización.
La 2da Hei: es el fruto que a su vez contiene la semilla para un nuevo ciclo de vida. Es el resultado y como tal el fin del proceso y el inicio de uno nuevo. Representa al elemento tierra. Su atributo es la acción y la fuerza activa es la materialización.
Si fuésemos lo suficientemente observadores y estuviéramos despiertos todo el tiempo veríamos las señales que nos muestran que todo en el universo funciona así. Las 4 estaciones del año; las 4 fases de la luna; la forma en la que se despliega un día; los períodos de la vida humana. En fin, toda nuestra cotidianidad nos muestra todo el tiempo que así es como funciona. No hay otra forma ni otra vía para crear y manifestar.
Ahora bien, ¿Por qué lo traigo aquí y lo uno con el Plan de tu Alma?
El último año me enseño muchas cosas acerca del tiempo, los ciclos, pero, sobre todo, me enseñó a comprender esas dos frases tan conocidas, pero poco comprendidas. “Todo tiene su tiempo y los tiempos de Dios, mijita, son perfectos”. La cuestión es que muchas veces la oí, otras tantas la repetí, lo que realmente me faltaba y no conocía eran los tiempos de Dios. Por eso ahora que los conozco te los quiero compartir. Porque si yo los hubiera entendido antes me habría evitado muchas frustraciones, angustias y preocupaciones innecesarias.
Todo año comienza con muchas ganas de todo. Muchos sueños, muchos propósitos, muchas intenciones; y luego la vida te va llevando a tus rutinas (que normalmente son más de lo mismo) lo que poco a poco va absorbiendo tu tiempo, tu energía y tu atención. Y luego, llega el final de año, miras atrás y dices por Dios, ¿Qué pasó? ¿No hice nada?... Y hay otros años que dices… wow, todo lo que hice. Muchas cosas no estaban en mis intenciones iniciales, pero ajá, aparecieron y se lograron. Y así nos vamos de año en año. Unos más activos, otros más pasivos, otros que ni fu ni fa. Lo que te quiero mostrar es que esto es normal, hace parte del plan y es la forma en la que la vida se manifiesta, y tú, haces parte de ella.
El año 2022 para mí, fue un año hei. Sin embargo, yo quería que fuera 2da hei y hasta más. Como todos los años era mi deseo. Mis planes iniciales eran: sacar un libro o dos, lanzar mi página web, hacer muchos talleres y servir hasta el colapso. Jajajajajaja…. Pero literal, así. Frenético, como sé que muchos de nosotros comenzamos el año. Queriendo lograrlo todo.
Sin embargo, comencé a ver como muchas cosas no fluían. Yo intentaba, por un lado, por el otro y nada. También vi como deseaba hacer unas cosas específicas, pero mi energía no me daba. No me fluían a mí y las posponía. La ventaja es que ya me conozco y sé cuando es autosabotaje, cuando es miedo y cuando es que en verdad no hay energía para ello. Por lo que no me frustre, ni me enoje conmigo. Sabía que algo me pedía ir hacia adentro. Interiorizarme. Preparar la tierra. Y a eso me dediqué. Luego confronté esto de los 4 estadios y me pareció muy bello comprender que mi Alma sabía que era un año para mi de agua. De ir adentro, de cuidar la semilla.
Por otro lado, en otras áreas de la vida (porque ya sabes que somos seres integrales) se empezaron a dar unos movimientos muy locos, que no esperaba e incluso no tenía ni previsto. Te puedo decir que literalmente me movieron el piso y me confrontó mucho. Al punto de llevarme a ver una herida de infancia que nunca recordaba que tenía y que al parecer mi Alma necesitaba sanar para avanzar. Ese movimiento me llevó a hacer unos cambios interesantes y a tener unos resultados que, te reitero, no esperaba porque ni siquiera me di cuenta cuando sembré para recoger esta cosecha. Y es entonces cuando vi que a nivel general puedo estar en un momento hei pero en ciertas áreas de la vida puedo estar en vav, segunda hei o iod. Es decir, en la vida en general puedo estar en interiorización, pero en áreas específicas puedo estar sembrando, exteriorizando o recogiendo.
El Alma tiene un propósito (ya lo vimos antes). El Ego tiene muchos “sueños”, la personalidad tiene intenciones, y tú, ser humano, tienes muchas metas y objetivos. No te frustres sino se cumplen, si no es donde, cuando y como quieres que sean. Cuando no se cumplen, es porque no había alineación entre unos y otros. Los que sí están alineados se van a cumplir en el momento apropiado. Recuerda, los tiempos de Dios son perfectos. Ahora, no es para que te quedes sentado sin hacer nada. No, no, no… Tú, haces lo que debes hacer y luego sueltas, para que la vida haga su parte confiando que todo es como corresponde.
Estamos en un tiempo de transición muy interesante. Acabamos de terminar un año 2022 que nos pedía¹ mantener la cabeza fría, ver y apreciar el individualismo de los demás, soportar las limitaciones con optimismo, relacionarnos con integridad, reflexionar en soledad, aceptar los estados de ánimo de baja vibración sin juzgar, preservar la armonía interior, entre otras cosas. Y ahora comenzamos un año 2023 que nos pide aceptar lo que es sin quejas ni juzgamientos. Empoderarnos y asumir nuestra responsabilidad en todo lo que pasa y de esta forma cambiar lo que podemos cambiar y aceptar y respetar lo que no. Lo viejo y lo obsoleto quedo atrás…
El trabajo fijo/seguro – obsoleto
El patriarcado autoritario – agotado
El miedo a sobrevivir – superado
Asalariados agradecidos – exhaustos
No respetar la propiedad intelectual individual – superado
Estructuras feudales corruptas – envejecidas
Represión del YIN – finiquitado
Quejarse - obsoleto
Que viéndolo así a la ligera yo diría que a nivel colectivo podríamos estar en un momento muy vav por la revolución que se viene. Pero no hay rollo si tu estas en iod y llevas allí algún tiempo. Mi invitación es que reconozcas tus propios tiempos. Los respetes y te fundas en ellos. El plan de tu Alma se está llevando a cabo, pero cada cosa en su debido tiempo. Así que ponte las metas que quieras, actúa acorde a lo que deseas y, sobre todo, enciende tu corazón y suelta lo demás. Trátate con cariño. No te maltrates por los resultados; suelta las expectativas y vive el proceso.
“Reconoce con delicadeza tus emociones y mantén el aplomo ante la presión por el cambio y la revolución”², como lo dice Victoria Malvar.

Estamos en tiempos de cambio y el cambio siempre trae inestabilidad e incertidumbre. Así que suéltate un poco, atrévete más, respeta tus tiempos y conecta con ese plan de tu Alma que te mostrará el camino indicado.
Con todo mi cariño.
Pauli.
¹ Tomado de 64keys.es. https://vimeo.com/791340853?embedded=false&source=vimeo_logo&owner=38571219
² Tomado de Victoria Malvar. Plataforma educativa POTENCIAL HUMANO
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