top of page
Cuento No 45El estado de la exploración
00:00 / 08:59

Si no tienes tiempo,
¡ESCUCHALO!

Cuento No. 6: ¿CÓMO SABER QUE UNO ES?


Conociéndote, perdonándote y aceptándote. Hay muchas cosas que conocer de ti. En Kundalini yoga hablamos de que los seres humanos tenemos 10 cuerpos. El cuerpo físico, tres cuerpos mentales y 6 cuerpos energéticos. Pero para efectos prácticos yo me daré la licencia de resumirlos en 4. El cuerpo físico, el cuerpo mental, el cuerpo emocional y el cuerpo energético.


  • ¿Qué tanto sabes de ti?

Comencemos a explorar el cuerpo físico.

  • ¿Qué significaría entonces conocerte desde el cuerpo físico?

Te voy a hablar desde mi propia experiencia, es decir, no como una experta, porque no lo soy, pero si desde alguien que está en la tarea de conocerse todos los días de su vida.


Conocer el cuerpo físico implica tocar áreas como: salud, nutrición, cuidado, movimiento y aspecto físico. Comencemos revisando cada área.


Cuando hablo de salud me refiero a reconocer cuales son esos síntomas, molestias, enfermedades e incluso accidentes que están presentes en tu pasado y en tu presente. Muchos de nosotros decimos ah, es que yo siempre he sufrido de… O, claro, cuando yo tenía x años me dio… Pero, basada en mi experiencia, te puedo decir que nada de lo que me ha dado a nivel físico es aleatorio, ni responde a que tenía las defensas bajas o estaba de malas. Todo, absolutamente todo, siempre ha respondido a un para qué. Vuelvo y te reitero, en mi experiencia personal he evidenciado que el “yo siempre he sufrido de…” responde a una condición emocional que debo sanar y/o gestionar. Al igual que los síntomas, accidentes, enfermedades aleatorias que me dieron porque sí. Por ejemplo, el quebrarme el dedo pequeño del pie derecho.


Ahora bien, cuando reconoces esas “molestias” físicas por llamarlas de alguna forma, empiezas a tomar consciencia de que significan y para qué están en tu vida; y cuando haces eso, conoces un poco más de ti. De tus miedos, de tus dudas, de tus creencias, de tus posturas. En fin. Te conoces y al conocerte tienes todo el campo abierto para sanarte. Hace unos meses, se me presentaron 3 síntomas diferentes (supuestamente “nada que ver el uno con el otro”) que alertaron un tanto a mis médicos. Cuando me senté a biodescodificarlos y entender su mensaje global, no sabes lo que sentí. Entré en shock y comencé a llorar. Fue un mensaje super claro y contundente y tenía todo que ver conmigo y lo que era mi realidad subconsciente. Así que, hablé con mi cuerpo y le dije dame un tiempito que me dispondré a sanar. Y en esas ando. Agradecida por el mensaje y por la oportunidad de sanar y corregir. Así que te invito a conocer tu salud y comprender su mensaje más allá de lo evidente.


La segunda arista que quiero tocar en esto de conocer tu cuerpo físico es el relacionado con la nutrición. Te confieso que uno de mis grandes mensajeros “físicos” de esta encarnación es el aparato digestivo. Esto me ha hecho visitar varios especialistas y muchos de ellos en la rama de la “medicina alternativa”. De todos he aprendido un montón, pero mi última médica: La Doctora Ester (experta en medicina tradicional china y ayurveda) me ayudó mucho a comprender lo que es la alimentación consciente. Y ojo, no estoy hablando de dieta, estoy hablando de alimentación consciente. Ella me decía, muy en desacuerdo, que no comprendía porque todos queríamos meternos en paquetes de dietas iguales como si fuéramos clones o productos en línea de una fábrica. Me explicaba que cada organismo es totalmente diferente y por eso es super importante conectarse con él, escucharlo y entenderlo. ¡Y vaya si eso fue una revelación para mí!


Con ella descubrí que era intolerante al gluten (no al extremo, pero me cae super pesado) y ¿te cuento una cosa? Amaba todo lo que fuera panadería. Para mí era sinónimo de hogar y casa de abuela. Así que, por dieta, siempre sería un enorme sacrificio dejarlo, pero por alimentación consciente era un placer. De hecho, mi cuerpo me ayuda un montón. Cuando vemos algo con gluten, me genera una sensación de nudo en la garganta tan maluca que ni me provoca probar, y es con gusto. No como cuando estás en dieta y dices ay no… no puedo, no puedo, no puedo, pero lo quiero demasiado.


Esta experiencia me hizo comprender que no se trata de seguir un plan que alguien externo a ti te impone o te sugiere o te recomienda. Me hizo comprender que debía conocer mi cuerpo, hablar con él y como a un niño pequeño mostrarle con paciencia. ¿Esto te gusta? ¿Esto te cae bien o mal? ¿Esto te nutre? Y de esa forma, poco a poco ir sacando e ingresando alimentación a mi plato. Juntos, mi cuerpo y yo. Otra anécdota pequeña para aclarar este punto. Un día, hace ya muchoooo tiempo, antes de ir a una clase de danza árabe, me dieron unas ganas enormes de un dulce. Pero yo dije no. Eso es glotonería. Yo no tengo hambre, voy para baile y el dulce es malo. Y si señores, me fui sin comerme mi dulcecito. Pues resulta que en plena clase me desmayé. Ese día me dije, si el cuerpo me pide algo se lo doy. Pero cuidado, a veces la mente se disfraza y pide diciendo que es el cuerpo, siendo en el fondo una ansiedad o una depresión disfrazada. Entonces aquí es importante discernir. Y ¿Cómo se hace? CONOCIENDOTE. Es la única forma.


Tercera arista, cuidado o “pechiches”, como dicen en la costa de mi país. Al cuerpo, como a todo, le gusta que lo mimen, que lo cuiden, que lo consientan. De vez en cuando regálale momentos de bienestar que le ayuden a relajarse y descansar. Ahora ¿Qué tipo de regalos? Los que, a él, le gusten. Por ejemplo, yo amo los masajes fuertes de fisioterapeuta que me descontracturan. Pero para mi esposo eso es un dolor insoportable. Masajes descontracturantes para mí, no para él. Hay personas que les encanta la reflexología, a mí por ejemplo no me mata. Hay personas que no soportan las esencias y menos untadas en el cuerpo, otras las aman. Entonces, conoce que le hace bien a tu cuerpo físico y de vez en cuando regálaselo. Es parte de conocerte y amarte.


Cuarta arista, movimiento. Al igual que los síntomas, los alimentos y “los pechiches”, el “ejercicio” no es una receta igual para todos. A algunos les gusta mucho ir al gimnasio, otros no lo soportan, otros aman nadar, a otros eso les parece maluco. Mover el cuerpo es tan importante como nutrirlo ya que el cuerpo depende del movimiento para su propia vitalidad. No es excusa que a mí no me gusta ir al gimnasio. Cuando te conoces y conoces ese cuerpo físico él mismo te dirá que hacer. ¿Sabes lo que yo descubrí? A mi cuerpo le gusta caminar, bailar, hacer yoga. Le aterra trotar, correr, deportes competitivos, nadar, ejercicio de fuerza. Y si bien en algunos momentos de la vida he ido al gimnasio y jugué tenis, hoy reconciliada con lo que mi cuerpo ama hacer, me dedico a moverme dentro de sus propios parámetros. Conócete y encuentra tu movimiento. Todos lo tenemos, te lo aseguro.


Quinta y última arista de conocer tu cuerpo físico, tu aspecto. No es casual que la dejará de última. La quise poner aquí porque creo que mucha de la atención mediática hoy en día está puesta en esta esfera. Hace algunos días una de las personas a las que acompaño en su propio proceso, me decía que quería tener el cuerpo de… Y que solo era cosa de esforzarse mucho en el gimnasio y con la alimentación para lograrlo. Yo le dije, permíteme contradecirte, pero tú nunca vas a tener el cuerpo de… porque tú no eres esa persona. Tú vas a tener tu cuerpo siempre. Con disciplina lo podrás tener delgado o grueso, tonificado o no. Pero vas a tener tu cuerpo.


Alguna vez otra persona que asistía a mis talleres me decía “Pauli, entonces uno también escogió este cuerpo, este cabello, estos ojos, antes de nacer” y yo le respondía que yo creía firmemente que sí y no era casualidad. De hecho, si yo la veía a ella en conjunto sabía que ella era una mujer que vino con una misión que se debía transmitir con “presencia”. Es decir, ella debía hacerse notar. Era por eso que ella era grande, tenía una voz fuerte, cabello crespo. Le dije “mírate, donde tú llegas, no pasas desapercibida, ni por tu contextura física, ni por tu tono de voz y de ahí en adelante por lo que vienes a hacer en tu propósito de encarnación


No somos clones. No somos hechos todos con un solo y el mismo molde. Somos únicos en todo. Conocernos nos permitirá ver esa forma única de estar en este plano, aceptarlo, honrarlo y amarlo y es de esa forma que podremos hacer lo mismo con el otro. Solo podemos ser con los otros como somos con nosotros.


Saber que uno es, no es solo meditar y ver los pensamientos. Sanar los patrones y creencias limitantes, hacer árbol genealógico. Todo esto es parte del proceso, pero no es solo eso. ¡Y ojo que soy coach espiritual!


Este cuento me permitió mostrarte que conocerse es un mundo en sí mismo y va más allá de la espiritualidad.





Conocerse a sí mismo es verse pedacito a pedacito. Honrarse, aceptarse, Y, atenderse.

Y… Como ya me explayé mucho en este tema… Dejaré los cuentos que vienen a tratar los otros cuerpos, porque esto del conocimiento es demasiado importante, interesante y amplio.


Así que te espero la próxima semana para que veamos cómo conocer nuestro cuerpo mental (la mente positiva, la mente negativa y la mente neutral).


Te abrazo.


Commentaires


Les commentaires ont été désactivés.
bottom of page